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El logotipo de mi empresa: qué debo considerar

El logotipo de mi empresa: qué debo considerar

Un buen logotipo requiere sencillez, estar relacionado con nuestros valores de marca y ser atemporal. Aquí te contamos algunos casos emblemáticos y definimos qué considerar al momento de pensar en nuestro sitio web.

Piensa un minuto en Apple o Microsoft, dos de las empresas tecnológicas más importantes del mundo. Si tuvieras que asociarlas a una imagen, ¿cuál sería? Probablemente pensarás en sus logotipos; la tradicional ventana –en el caso de Microsoft- y la manzana mordida para Apple.

Así como para estas dos multinacionales, el logotipo es un elemento central al momento de definir nuestra identidad de marca. Es un ejercicio creativo que permite destinar en un solo objeto todo aquello que nos representa. Se convierte en los valores y el espíritu de la compañía.

Qué debemos considerar

Vale la pena considerar al momento de crear un logotipo que éste reúna ciertas características, tales como:
Sencillez de diseño, no sobrecargarlo de elementos visuales o formas difíciles de comprender;

Fácil adaptación a todo tipo de tamaños y plataformas, en pocas palabras, que sea en un sitio web, documento y en cualquier tipo de pantalla, sea fácil de visualizar.

Colores y tipografías, que representen nuestra esencia, respondan a nuestros valores y no obedezcan solamente a modas;
Finalmente, que el resultado obtenido pueda ser atemporal. Un buen logo es aquel que no necesita ser cambiado o actualizado. Casos como Coca-Cola, HP, Shell, Mercedes-Benz, BCI, Falabella o Copec, entre otras, representan este espíritu.

El logo en nuestro sitio web

Al momento de diseñar nuestro sitio web, es importante insertarlo de tal manera que destaque junto al contenido. Como pieza fundamental de nuestra identidad de marca, se recomienda posicionarlo en el encabezado junto a las secciones que definamos. Asimismo, incorporarlo en nuestras comunicaciones, sean estas redes sociales, newsletters o cualquier otra red de contacto. Su presencia destacará si se evitan elementos visuales que recarguen el sitio. La idea, a fin de cuentas, es que el cliente “lea” mi logo y comprenda dónde está y que puede esperar de mí como empresa.

 

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